Las marcas con una fuerte identidad son las que crean fidelización y por ende, persisten en el tiempo. Una pensada estrategia de branding facilitará el posicionamiento del spa y contribuirá a su desarrollo y crecimiento.
En ocasiones, vemos gran cantidad de spas, institutos de belleza, centros de estética y bienestar que inauguran con innovadoras propuestas de tratamientos, instalaciones de vanguardia y considerada inversión en tecnología de última generación pero que luego de un tiempo no logran alcanzar el éxito proyectado y se ven obligados a disminuir las calidad de sus servicios, reducir la nómina de personal, bajar considerablemente sus precios cayendo en promociones masivas, cupones de mega descuentos y demás acciones comerciales que conducen a quitar jerarquía del producto y en el peor de los casos, terminan dando fin al negocio.
Por lo general, cuando estamos encarando un nuevo emprendimiento, canalizamos toda la energía y dinero en temas burocráticos y administrativos, dejando en un segundo plano la imagen de marca e identidad corporativa del negocio. Surge de repente el momento de crear el sitio web, dado que es impensable comercializar un negocio sin el mismo y se produce la catástrofe! Se necesita un logo, un slogan o bajada, fotografías, contenido sobre qué ofrecer a los usuarios, como hacerlo. Esto sin contar por supuesto, la vorágine y necesidad de sumarse a las redes sociales ya que la competencia ataca todo el tiempo en redes, y comienzan los posteos sin programación, coherencia y dando mensajes desacertados.
Para evitar dicha catástrofe, es clave comenzar a gestar la identidad visual desde el comienzo, creando alrededor de la marca, una cultura corporativa que proyecte una imagen clara sobre el negocio. Para esto es esencial:
Crear un logo exquisitamente diseñado, pero simple. Preferentemente utilizando colores claros y pasteles, aplicables tanto a color como en blanco y negro. Comprensibles en todos los idiomas. Los logos con poca variedad cromática son los más aconsejables ya que se distinguen mejor en internet ante tanta saturación viral.
Acompañar con una bajada de marca directa y concisa. Es sencillamente la frase situada debajo del logo o isologo que explica en forma concreta a que se dedica la empresa. Ayuda a plasmar el posicionamiento que queremos lograr de la marca en el primer contacto y promete, es decir, aquello que ofrecemos a nuestros clientes que nos hace únicos y nos distingue de la competencia.
Planificar las estrategias de marketing y comunicación: elaborar un plan que contemple un cronograma de acción para cada una de las etapas del negocio. Mantener en cada una de las acciones los valores y atributos de marca. Las herramientas de marketing empleadas en gráfica también deben estar acordes, ya sea en el diseño del menú tratamientos, gift certificates, tarjetas personales, etc. No olvidar considerar que cada uno de los integrantes del equipo también forma parte de la imagen de marca. Por tal motivo, es esencial que el uniforme se encuentre en línea con los colores y el estilo de la misma.
Diseñar las estrategias digitales de comunicación: es decir, planificar las acciones que llevaremos a cabo en este ámbito y darle papel protagónico dentro del plan de marketing y comunicación. No subirse a ola de posteos incoherentes y por el solo motivo de estar presentes si los contenidos son ajenos a nuestra actividad que llevan además, a publicaciones en exceso. Mantener también la homogeneidad visual, cuidando hasta el mínimo detalle, color del logo, tipografía, etc. Por otra parte, si bien hay a disposición
La pregunta es si ¿una vez iniciado el negocio, es decir, si nuestro negocio ya se encuentra iniciado podemos trabajar en el posicionamiento de marca? La respuesta es trillada pero real: mal vale tarde que nunca! Aun para los spas o centros de estética que ya se encuentran funcionando es aconsejable trabajar en el posicionamiento o reposicionamiento de marca ya que no solo contribuirá a aumentar el volumen de ventas sino que ayudará a gravarse en la mente de los consumidores, fidelizándolos y transformándolos en nuestra propia herramienta de marketing, ya que para ellos también será más fácil hablar de nosotros, comunicar nuestra marca.
En conclusión, el posicionamiento debe plantearse acorde a la fase del producto, es decir, aplicado en la instancia de introducción en el mercado, lo cual sería ideal o bien, en la etapa de crecimiento. Pero siempre debe ser claro, conciso, coherente y transmitir en forma consistente los valores y atributos de marca.
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