El empleo adecuado de la iluminación y la correcta aplicación de la cromoterapia, constituyen el factor esencial en la ambientación de los espacios wellness.
Por cumplir un rol preponderante en la relajación, la fusión entre la luz y los espacios generan sensación de bienestar ganando protagonismo obligado en la concepción de los spas y centros de bienestar. La iluminación de los espacios en los cuales habitamos, trabajamos y nos movemos día a día tiene incidencia directa en nuestro estado de ánimo y hasta en nuestro desempeño.
La luz natural es una de las condiciones más valoradas para lograr bienestar. Esta reduce la tensión ocular y la irritabilidad considerándola como un antidepresivo. No obstante, no siempre es posible contar con espacios iluminados naturalmente por lo que debemos refugiarnos en la luz artificial.
Spas y centros de bienestar no quedan ajenos a este fenómeno. Es allí, donde la fusión de cada uno de los espacios con la ambientación van de la mano con la iluminación, marcando la personalidad que se quiere dar a cada una de las instalaciones. Ya sea en el área de relax, saunas, piscinas, baños a vapor o spa suites, la iluminación se torna la verdadera protagonista en función de los beneficios que se quieran lograr. Una luz brillante en la zona relax podría causar efecto contrario y despertar el stress o una sensación negativa en todos nuestros sentidos, por mencionar un ejemplo.
Es trabajo en equipo entre arquitectos y profesionales del área de bienestar, aplicar inteligentemente el uso de la luz en los espacios cerrados, despertando los sentidos de los usuarios y comprendiendo por qué se considera a la iluminación uno de los elementos más importantes en el diseño arquitectónico. Es el profesional del wellness quién debe asesorar a arquitectos y diseñadores sobre la ambientación considerando previamente y desde los planos, los tratamientos y protocolos que serán llevados a cabo para lograr los resultados deseados en el ambiente adecuado.
La iluminación de los ambientes se relaciona directamente con la cromoterapia, terapia alternativa comúnmente llamada terapia del color, fundamentada en que la luz o los entornos que tienen determinado color son óptimos para el tratamiento o la curación de enfermedades. Terapia que reafirma que los colores influyen en las emociones y restablecen los desequilibrios del organismo.
Cada uno de los colores brinda un beneficio específico para cada parte del cuerpo, por ejemplo:
Rojo: brinda energía positiva, mejora el rendimiento en deportistas, incrementa la circulación sanguínea, ayuda a tratar reuma y problemas digestivos.
Verde: reconocido el color relajante, refrescante y tranquilo por excelencia. Crea armonía y equilibrio emocional. Utilizado en terapias para el dolor muscular y lesiones de la piel.
Azul: ayuda a distender y relajar la mente. Recomendado contra el stress, el insomnio, baja la presión sanguínea e inflamaciones.
Amarillo: ayuda a concentrarnos, estimula el cerebro y mejora los reflejos.
Indigo: brinda seguridad y confianza en las personas, ayuda a mejorar la inteligencia, utilizado para mejorar várices, úlceras y problemas en la piel.
En conclusión, los efectos de la cromoterapia sumados a las propiedades curativas del agua, convierten a los spas en los lugares ideales para sanar cuerpo, mente y alma. Al pensar en la concepción de un spa, automáticamente pensamos en agua como principal elemento, en la ambientación, en las instalaciones y equipamiento. La Luz debe interactuar con los elementos anteriormente mencionados ya que ésta comunica lo que dichos elementos quieren transmitir.
La luz puede transmitir sensaciones en los diferentes sectores, creando efectos dinámicos como si en la pared se proyectaran olas, o iluminar sectores simulando el reflejo del sol. La luz comunica, la luz transmite sensaciones, la luz bien utilizada transforma espacios en verdaderos templos de bienestar.