Los elegidos para un cita romántica, protagonistas de la cena de San Valentin. Los mariscos, famosos por sus propiedades afrodisíacas son mucho más que un plato para enamorar. Poco se conoce sobre la cantidad de beneficios que aportan a nuestra dieta.
Los animalitos marinos, invertebrados y comestibles conocidos como mariscos, se clasifican en: crustáceos (como por ejemplo, camarones, langostinos, cangrejos), moluscos (mejillones, almejas, vieiras, berberechos, chipirones y pulpos) y equinodermos (erizo de mar).
Esta gran familia, sofisticada y con perfiles para todos los gustos y bolsillos, suelen ser conocidos por su efecto afrodisíaco pero poco se habla de la amplia gama de beneficios que trae a nuestra dieta y además, la mayoría pueden consumirse durante todo el año.
5 beneficios de incluir los mariscos a nuestra alimentación:
Bajo contenido calórico: ideal para bajar de peso ya que aportan pocas calorías pero ideales para satisfacer el hambre. Siii, las dietas también incluyen platos deliciosos para comer sin culpa!
Aporta vitaminas A, B, D y E : nutrientes esenciales para la regulación de los procesos biológicos de nuestro organismo.
Aumenta el colesterol bueno (HDL): ayudando a retirar el colesterol de las arterias, y transportarlo nuevamente al hígado para su excreción.
Reduce los niveles de triglicéridos: ayudan a mantener los niveles bajos en sangre, evitando accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos, inflamación del páncreas, diabetes, entre otras patologías.
Rico en minerales como yodo, calcio, fósforo y selenio: la ingesta de minerales facilita la mayoría de las funciones del organismo como el mantenimiento de huesos fuertes, la fabricación de hormonas, la transmisión de impulsos nerviosos y un corazón saludable.
¿Mi receta favorita con mariscos?
Para enamorar a la otra mitad, les comparto una de mis entradas favoritas para la cena de San Valentin!
Bisque de langostinos
Ingredientes:
250 gr de langostinos pelados
1/2 pimiento rojo
2 puerros
1 zanahoría
1/2 litro de caldo
Aceite de oliva
1/2 vaso de leche de coco
Sal y pimienta
1 tomate fresco
1 diente de ajo
1 vaso de brandy o vino blanco
1 cucharada de jengibre en polvo
Perejil para decorar
Preparación
Pelar los langostinos (dejar 4 unidades con la cola para la decoración)
Preparar el caldo: colocar en una cacerola, las cabezas y la piel de los langostinos, con aceite de oliva y sal, cocinar por 2 minutos, luego agregar el brandy o vino blanco y cocinar a fuego fuerte por 2 minutos más para que se evapore el alcohol, agregar 400 ml de agua y cocinar por 20 minutos)
Para la decoración: saltear en una sartén con aceite de oliva, bien caliente, los 4 langostinos, con una pizca de sal y reservar.
En el mismo aceite, saltear el resto de los langostinos totalmente pelados y reservar.
Cortar en dados, el pimiento, el tomate, los puerros, la zanahoria y el ajo. Saltear todos los ingredientes en aceite de oliva, condimentar con sal y pimienta (o pimentón dulce) y revolver. Agregar un vaso de agua y cocinar por 5 minutos, con la sartén tapada.
Agregar a las verduras, los langostinos salteados y su jugo. Cocinar a fuego medio, por 5 minutos.
A la preparación anterior, agregar el caldo colado y cocinar por 15 minutos, a fuego medio.
Procesar o pasar por la licuadora toda la preparación y añadir una cda. de jengibre en polvo.
Emplatar en un cuenco y decorar con perejil y dos langostinos en cada plato.